domingo, 14 de diciembre de 2008

Lo más olvidado del olvido

Ella se dejó acariciar, silenciosa, gotas de sudor en la cintura, olor a azúcar tostada en su cuerpo quieto, como si adivinara que un solo sonido podía hurgar en los recuerdos y echarlo todo a perder, haciendo polvo ese instante en que él era una persona como todas, un amante casual que conoció en la mañana, otro hombre sin historia atraído por su pelo de espiga, su piel pecosa o la sonajera profunda de sus brazaletes de gitana, otro que la abordó en la calle y echó a andar con ella sin rumbo preciso, comentando del tiempo o del tráfico y observando a la multitud, con esa confianza un poco forzada de los compatriotas en tierra extraña; un hombre sin tristezas, ni rencores, ni culpas, limpio como el hielo, que deseaba sencillamente pasar el día vagando por librerías y parques, tomando café, celebrando el azar de haberse conocido, hablando de nostalgias antiguas, de cómo era la vida cuando ambos crecían en la misma ciudad, en el mismo barrio, cuando tenía catorce años, te acuerdas, los inviernos de zapatos mojados por la escarcha y de estufas de parafina, los veranos de duraznos, allá en el país prohibido. Tal vez se sentía un poco sola o le pareció que era una oportunidad de hacer el amor sin preguntas y por eso, al final de la tarde, cuando ya no había más pretextos para seguir caminando, ella lo tomó de la mano y lo condujo a su casa. Compartía con otros exiliados un apartamento sórdido, en un edificio amarillo al final de un callejón lleno de tarros de basura. Su cuarto era estrecho, un colchón en el suelo cubierto con una manta a rayas, unas repisas hechas con tablones apoyados en dos hileras de ladrillos, libros, afiches, ropa sobre una silla, una maleta en un rincón. Allí ella se quitó la ropa sin preámbulos con actitud de niña complaciente.
Él trató de amarla. La recorrió con paciencia, resbalando por sus colinas y hondonadas, abordando sin prisa sus rutas, amasándola, suave ercilla sobre las sábanas, hasta que ella se entregó, abierta. Entonces él retrocedió con muda reserva. Ella se volvió para buscarlo, ovillada sobre el vientre del hombre, escondiendo la cara, como empeñada en el pudor, mientras lo palpaba, lo lamía, lo fustigaba. Él quiso abandonarse con los ojos cerrados y la dejó hacer por un rato, hasta que lo derrotó la tristeza o la vergüenza y tuvo que apartarla. Encendieron otro cigarrillo, ya no había complicidad, se había perdido la anticipada urgencia que los unió ese día, y sólo quedaban sobre la cama dos criaturas desvalidas, con la memoria ausente, flotando en el vacío terrible de tantas palabras calladas. (...)
Él debió decirle que ése no era el comienzo de un nuevo amor, ni siquiera de una pasión fugaz, era sólo un instante de tregua, un breve minuto de inocencia, y que dentro de poco, cuando ella se durmiera, él se iría; debió decirle que no habría planes para ellos, ni llamadas furtivas, no vagarían juntos otra vez de la mano por las calles, ni compartirían juegos de amantes, pero no pudo hablar, la voz se le quedó agarrada en el vientre, como una zarpa. (...)
Y en ese instante, como si lo supiera todo, ella le dijo que el miedo es más fuerte que el deseo, el amor, el odio, la rabia, más fuerte que la lealtad. El miedo es algo total, concluyó (ella), con las lágrimas rodándole por el cuello. Todo se detuvo para aquel hombre, tocado en la herida más oculta. Presintió que ella no era sólo una muchachadispuesta a hacer el amor por conmiseración, que ella conocía aquello que se encontraba agazapado más allá del silencio, de la completa soledad (...).

martes, 9 de diciembre de 2008

Educación Política

COMUNISMO





Es el gobierno ejercido por un solo partido que representa al pueblo y que administra todos los bienes de producción (empresas, fabricas, herramientas, etc.) ejerciendo un control estricto sobre las actividades sociales, económicas y políticas de la sociedad.
A este gobierno se le llama comunista porque centra su poder en la comunidad; el partido único tiene como misión la coordinación de todo un grupo para obtener resultados en comunidad. Las personas que pertenecen al partido político no deben tener ninguna clase de privilegios en particular.
Se puede rastrear el nacimiento del comunismo en los albores de la Revolución Industrial, ello debido al surgimiento de movimientos obreros que reclamaban seguridad laboral y salarial ?estos movimientos, en algunos casos, fueron violentos (destrucción de maquinas y producción) y en otros casos constituyeron uniones de trabajadores que estuvieron por mucho tiempo prohibidas ante la ley.
Las principales ideologías que fundamentaron el nacimiento de las doctrinas comunistas no fueron fruto del pensamiento obrero sino del trabajo de intelectuales pertenecientes a los sectores más acomodados. Una de estas corrientes ideológicas, el socialismo (término que apareció en 1830) afirmaba:


- Una resuelta oposición al capitalismo industrial.
- La necesidad de que los bienes materiales no fuesen propiedad privada.


Las formas o métodos con las cuales los socialistas pretendían lograr estos fines variaban:

Socialismo utópico: Describía sociedades ideales, como por ejemplo aquellas fundamentadas en la noción de cooperativas de trabajadores sin propiedad privada (Owen) o en tecnocracias, es decir, en Estados que estuvieran gobernados por científicos, técnicos e industriales (conde de Saint-Simon).

Catolicismo social (Francia y Bélgica): En 1850, obispos, sacerdotes y personas cercanas a la Iglesia reclamaban al Estado mejores y más reglamentadas condiciones para los trabajadores que incluyeran la protección moral de los trabajadores frente a los dueños de las industrias.


Revolución social: Los revolucionarios socialistas franceses desataron la revolución de 1848, ellos creían que la mejor forma de hacer la revolución era tomándose el poder por la fuerza.


Socialismo científico: Carlos Marx y Federico Engels son sus principales exponentes; juntos redactaron un programa teórico y practico: el Manifiesto del Partido Comunista (1848), en el cual se hace un llamado a todos los obreros del mundo para hacer la revolución contra la burguesía. En su obra, Marx expone las siguientes ideas:


- Los medios de producción no pueden ser propiedad privada, pues son riqueza y la riqueza es fruto del trabajo.
- Toda la historia de la humanidad ha sido una lucha de clases.
- La lucha de las clases terminará cuando los trabajadores acaben por completo con el capitalismo industrial; la única manera de conseguirlo es por medio de la revolución.


Las ideas de Marx tuvieron especial acogida entre los campesinos rusos, en especial entre las facciones menchevique (revolucionarios comunistas moderados) y bolchevique (revolucionarios comunistas radicales), estos últimos, guiados por Lenin y Trotsky, se hicieron al poder en Rusia con la ayuda de ciertos sectores del ejercito ruso que había resultado aplastado por los ejércitos prusianos durante las campañas bélicas de los años 1914, 1915 y 1916 en Europa (Primera Guerra Mundial). Llegado el año de 1917, en marzo se presentó un primer movimiento de insurrección liderado tanto por los mencheviques (al mando de Kerenski) como por los bolcheviques, lo que dio fin a la existencia del Imperio ruso y comienzo al gobierno comunista moderado de Kerenski, pero tan sólo con los acontecimientos del 24 y 25 de octubre se definió, tras la victoria de los bolcheviques sobre las facciones moderadas del gobierno de Kerenski, la definitiva implantación de un gobierno comunista en Rusia, que de ahí en adelante adoptaría el nombre de Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas. Nobles, Iglesia, industriales y terratenientes fueron despojados de sus riquezas y el Estado pasó a ser el dueño de tierras y fabricas.
Pero la expansión de las ideas socialistas no tuvo únicamente a la Unión Soviética por escenario, pues muchos países escogieron este camino, como es el caso de China, Cuba, Yugoslavia (tras la lucha partisana comandada por Tito), etc. Muchos de estos gobiernos fueron el resultado de auténticas luchas nacionales en pro de un mejoramiento de las formas de vida de sus pueblos (como fue el caso de Chile durante el gobierno de Salvador Allende, o el de Guatemala durante el gobierno de Jacobo Arbenz), pero también hubo muchos gobiernos de tipo socialista que fueron el resultado de la imposición de las políticas de expansión de la Unión Soviética (como es el caso de Rumania, Polonia o Checoslovaquia, entre otros).